lunes, 11 de diciembre de 2017

XCIV

Es la escena clave de la obra,
toda Verona está en pie,
Capuletos y Montescos,
ambas familias ya abiertamente enfrentadas,
entre el público se van cerrando los puños,
falta el aire, ni un ruido,
conocen la historia pero aún así siempre se impresionan.

Ella la sabe representar,
y aunque es muy joven
mueve a todo el que la mira.
Él en cambio, y a pesar de su experiencia,
está sufriendo más allá del personaje,
sabe que el sueño está cercano a su fin,
y que ya Julieta perderá la luz
que en los ojos lleva ahora al mirarlo,
sabe que el abrazo detrás de la tela
perderá la sangre que de uno a otro salta
y comparten cuando mil ojos los miran.

-Con este calor que me entrega ahora...
con mi cuerpo entre ella y el puñal
todo lo que me transmite aquí... ¿Y esto no es ella?
Me niego a creerlo, no puede ser,
me ama, me ama, tiene que ser Ella.

"Sólo está actuando"
"Sólo está actuando"
¿¡Pero cómo puede no ver
que yo estoy viviendo,
aquí y más allá del escenario,
que no es Romeo, que soy yo!?

He soñado tu sueño por ti,
hasta hacerlo realidad
ahora soy el sueño,
y fuera de estos versos muero.
Yo no respiro,
sólo te echo de menos,
con un aire que sale a buscarte
y no te encuentra
y que haría cualquier cosa por ti...

-"Pero bueno, chaval, no te engañes, nadie va a venir a salvarte, ¿cuándo te vas a dar cuenta? Era un mal momento, y ya está."

-Sí, ya, lo sé, por eso he despertado
rompiendo el espejo con el cráneo.

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