martes, 30 de enero de 2018

CI

¿Qué haces mirando al cielo?
Ahí no hay nada para ti.
Mira en cambio cómo se escapan los deseos en el río,
mira cómo los amontona el tiempo.

Háblame hoy de tus manos, muchacho,
¿y cómo notas tus pulmones?,
¿sientes la mancha al respirar?,
¿no sientes cuánto se han manchado?

C

Me he deshecho buscando la cápsula que he perdido,
me ha enjaulado la distancia
que me separaba de la gente a la que quiero
sin ni siquiera saber que sentir, o si podía acaso sentirlo,
porque parece que nunca dependió de mí.

Una llave por otra llave,
pero eso no quita
que ella fuera lo primero en lo que pensaba al abrir los ojos,
y sus ojos oscuros me acompañaran siempre
antes de cerrar los míos.
Ahora que estoy enfermo
sé que lo peor no es quedarse ciego,
sino hacerlo sin que lo último que viera
fuera mi reflejo en los suyos.

¿Cuánto vale no poder olerte ni tocarte?,
¿cuánto vale no poder abrazarte?
Ojalá al menos hayas visto cuánto te quería,
siento que me lo estoy perdiendo todo.

Mi vida era aquella,
alguien me la ha robado,
y ésta que vivo ahora es la vida de otro.

Hay quien la habría tratado de atar a sí,
pero así habría dejado de ser libre,
y yo lo que amaba era un ser libre.

martes, 16 de enero de 2018

IC

Ayer ya no había mil caminos que se bifurcan,
ya no había mil puertas,
ya no había mil ciudades,
ni mil mujeres...

Porque la meta era aquella ciudad, allá lejos, en la que tú estás,
era la puerta que abre tu cuarto,
era un camino de tierra, mi cuerpo girando sobre el tuyo,
y algo enterrado entre las piedras.

Tú eras todas las mujeres,
todas las opciones juntas,
todas las variantes,
todo estaba en ti.

Porque aquel que vi en agosto no era otro cuadrado de luz en la noche,
de los miles que veo ahí abajo cuando vuelo de vuelta,
ese cuadrado era tu ventana,
esa luz venía de tu habitación y de reflejarse en ti.

"Baja hasta aquí,
baja hasta mí,
ven,
déjame desplegarte."

Yo aún no te conocía pero te vi, te tuve que ver y sentir,
y tú me oiste al pasar, tuviste que oirme,
y toda mi vida, todo mi viaje, y lo que soy,
estaba esperando abrazarte.


Pero me estarían fallando las sombras,
porque hoy el mundo es otro, de muros y elecciones,
y hoy despierto frío y desnudo en la orilla,
porque eso era un sueño, o era ayer.


Helsinki, enero 2018

XCVIII

Dos vidas se apoyan,
indefensas luchan juntas,
su enemigo es poderoso, implacable,
pero algo ocurre en los pliegues,
porque con un beso lo detienen,
porque en un abrazo lo deshacen,
y a veces, si tienen suerte,
el tiempo los deja en paz,
porque sabe que no puede con ellos,
porque saben que se tienen.